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Desde 2019, en el municipio está prohibida la venta y utilización de pirotecnia sonora, según la ordenanza 2237. Conocé el testimonio de una familia vecina.
“Está comprobado que el ruido les produce dolor en su cerebro. Sería bueno que la sociedad tome consciencia y no usen pirotecnia que produzca sonido. Usen las luces, a Eva le encantan, pero el ruido no está bueno. No sólo para ella, hay un montón de seres que sufren por esto”, expresa César, padre de Eva.
César y Silvana son los papás de 7 hijos, entre ellos Eva, de 5 años, diagnosticada con TEA. Una familia del municipio que cada año, llegadas las fiestas, tienen la incertidumbre de cómo le afectará a su hija la pirotecnia sonora. Si bien hasta ahora no fue perjudicial, explican que esto puede cambiar. Aislarla y ponerle unos auriculares protectores, es lo que hacen cada 24 y 31 de diciembre.
Para que sus hermanos puedan ponerse en su lugar, su padre les enseña mediante el ejemplo: “Cuando están viendo una película de terror y empiezan a tener temblores, escalofríos, su cuerpo cree estar en riesgo pero no lo está. Bueno, eso siente ella pero todo el tiempo”.
Los ruidos provocados por la pirotecnia afectan no sólo a las personas con TEA, sino también a los animales, niños, adultos mayores, la integridad física de los vecinos en general y contaminan el medio ambiente. Un sinfín de motivos para tomar el tema con seriedad, ser conscientes de los efectos negativos y empáticos con nuestro entorno.
